2014
Un año extraño el pasado... idas y venidas y nuevas caídas en los mismos lugares... Nuevas heridas en antiguas cicatrices las cuales totalmente curadas volvieron a ser un problema a la hora de sanar...
Volvieron las sonrisas en días oscuros, volvió la almohada que todo lo escucha y hasta con su silencio guía perfectamente... volvió. Volvió de manera gigantesca, volvió enorme y volvió completamente nueva.
El camino me resultaba familiar, pero ya no de recordarlo en pesadillas como en otras ocasiones, sino que yo había estado ahí de verdad, llegó un momento en el que en los prados verdes tras la ventanilla, vi como florecían rojas amapolas preciosas y atractivas.
Tenía que bajarme a contemplar esa belleza; y aquí sigo, mirándolo atontado sin atreverme a arrancar ni una flor para tenerla guardada de por vida. Me limito a ver lo bonito del paisaje, lo disfruto, nada más.
Acabó la tensa cuerda en forma de tardes tras una pantalla, de motivaciones y desilusiones, de injusticias y nerviosismo. Tuvo un final como en los cuentos de niños, eso es lo importante.
La falta de tiempo que hizo cortometrajes mis sueños, se convirtió en noches eternas por falta del mismo. Y aquí sigo esperando una oportunidad para intentar demostrar algo.
En lo demás mala suerte de merecido subrayado para la cercanía, pero nada que no se pueda cruzar con dos remos y una barca.
Gracias a todo aquel que intentó escribir en un capítulo como el 14 (o el 22, como se quiera mirar) una bonita historia en este bonito cuento.
Para lo próximo solo espero que mínimo todo siga igual y en lo personal, más autonomía en lo que "no da la felicidad" se refiere...
Por fin acabó la navidad...
Ene. 2015
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