Cartas...
Por mucho sol que haga, siempre se hace de noche...
Es imposible evitarlo, vivimos en una continua rueda en la que poquitos aspectos cambian cada día... Todo se repite, vuelves al mismo sitio.
Se puede reducir a un día, una semana o una vida.
Empiezas abajo, subes y vuelves a bajar. Siempre es así. No existe la felicidad eterna porque todo acaba. Lo que empezó con lágrimas de emoción acabará con lágrimas de tristeza, llévalo al terreno que quieras.
Visto de esta manera, una lágrima es el principio y el fin, algo bastante irónico, ¿no?.
Cada día es un paso hacia la oscuridad, cada día volvemos a donde empezó todo: Un sitio sin luz; empezamos en un lugar donde el negro prevalece y acabamos en un triste luto.
(...)
Hoy escucho la cara B de la cinta, porque mi sonrisa no consigue sonreír, porque mi alegría se suele poner triste, porque mi rosa se vuelve gris en poco tiempo...
A veces, no consigo reconocer las calles por donde paseo cada día, me pierdo constantemente y los charcos que yo pensé que me mojarían un poco los bajos del pantalón, consiguen quitarme el aliento.
Es necesario coger el autobús que tenga como destino el ayer, el fin de semana, el verano, el sol, TÚ contigo de siempre.
Llueve... llueve a veces, pero llueve bastante... no es tormenta, no cae con fuerza, no tiene rayos ni truenos, no es tormenta de verano... Es agua, de llevar capucha con las manos en los bolsillos, de dar vueltas mientras te calas hasta los calcetines mientras escuchas música en acústico, música con letras que no dibujan sonrisas...
Pero sigo, siempre seguiré, porque cuando lleguemos, espero que se repita, porque siempre hemos encontrado un hueco. Primero para el rojo y después para el rosa, y a saber por cuantos colores hemos pasado sin darnos cuenta... Me contagias alegría pero... a veces...
Voy a abrir otra carta, esta vez es distinta a las dos anteriores.
Feb. 2016
Es imposible evitarlo, vivimos en una continua rueda en la que poquitos aspectos cambian cada día... Todo se repite, vuelves al mismo sitio.
Se puede reducir a un día, una semana o una vida.
Empiezas abajo, subes y vuelves a bajar. Siempre es así. No existe la felicidad eterna porque todo acaba. Lo que empezó con lágrimas de emoción acabará con lágrimas de tristeza, llévalo al terreno que quieras.
Visto de esta manera, una lágrima es el principio y el fin, algo bastante irónico, ¿no?.
Cada día es un paso hacia la oscuridad, cada día volvemos a donde empezó todo: Un sitio sin luz; empezamos en un lugar donde el negro prevalece y acabamos en un triste luto.
(...)
Hoy escucho la cara B de la cinta, porque mi sonrisa no consigue sonreír, porque mi alegría se suele poner triste, porque mi rosa se vuelve gris en poco tiempo...
A veces, no consigo reconocer las calles por donde paseo cada día, me pierdo constantemente y los charcos que yo pensé que me mojarían un poco los bajos del pantalón, consiguen quitarme el aliento.
Es necesario coger el autobús que tenga como destino el ayer, el fin de semana, el verano, el sol, TÚ contigo de siempre.
Llueve... llueve a veces, pero llueve bastante... no es tormenta, no cae con fuerza, no tiene rayos ni truenos, no es tormenta de verano... Es agua, de llevar capucha con las manos en los bolsillos, de dar vueltas mientras te calas hasta los calcetines mientras escuchas música en acústico, música con letras que no dibujan sonrisas...
Pero sigo, siempre seguiré, porque cuando lleguemos, espero que se repita, porque siempre hemos encontrado un hueco. Primero para el rojo y después para el rosa, y a saber por cuantos colores hemos pasado sin darnos cuenta... Me contagias alegría pero... a veces...
Voy a abrir otra carta, esta vez es distinta a las dos anteriores.
Feb. 2016
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