Estopa
Ayer creo que volé. Ayer viajé en el tiempo. Ayer canté (si se le puede llamar así) desde muy dentro. Canté desde el pasado, porque el de hoy a veces no tiene voz.
No canté yo, cantó un chaval con un libro en blanco en la mano y un calendario sin citas ni eventos futuros relevantes. Ese niño abrazaba al de hoy, le daba la mano y gritaba con rabia cada letra de esos dos malditos zumbados.
Esta vez también desaparecí y me disocié. Pero esta vez no me sentí solo, porque me acompañaban todas y cada una de las personas que ahora no están. Lloré mucho, lloré mucho por dentro. Por dentro no paré de llorar, pero por fuera estaba un enano pasándoselo en grande berreando en directo los versos de su grupo favorito.
Será por cómo estoy. O igual simplemente este estado hizo de avión para convertir el viaje de ayer en algo precioso y muy emocionante.
Estopa. Gracias. Os quiero con todo mi corazón.
Jun 24
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